sábado, 29 de septiembre de 2012

PINTURA CON ESMALTE SOBRE METAL

 
La pintura con esmalte sobre metal es una técnica que permite obtener un cuadro esmaltado como el que se expone en la fotografía de la izquierda, en la que se puede apreciar un pequeño camafeo con la figura de una mujer inglesa con todos sus detalles, como ser la sombra del ala del sombrero, la sombra del medallón del collar etc.
Sin duda que esta técnica requiere algo mas que saber esmaltar, pues trasciende los límites del esmalte, fusionando dos artes: el de la pintura y el esmaltado, por lo que queda limitada a aquellos que son capaces de pintar o de copiar cuadros, pues son necesarios conocimientos básicos de dibujo y pintura, tales como perspectiva, escala cromática, luces,  etc. Por lo que aquellos que deseen intentar realizar esta técnica y que no sepan pintar cuadros, tendrán que tomar algunas lecciones previas de pintura.
 
Los materiales que se necesitan son muy pocos: pinceles de cerda fina (marta o camello), esmaltes  y aceite de sándalo (que se puede comprar en las casas que venden sahumerios)
 
El secreto de la pintura con esmalte está en preparar sobre un vidrio o un plástico una paleta de colores a medida que se necesitan, para ello mezclamos un poquito de esmalte en polvo con unas gotitas de aceite de sándalo y fabricamos una pintura que permita desparramar el esmalte sin que se corra, es decir con una densidad suficiente como para que quede pegado y una viscosidad que permita deslizar el pincel con comodidad. Aconsejo antes de pintar la obra probar los colores en una chapa pues si no nos gusta como queda tendremos problemas para corregir la obra, por otro lado nos permitirá adquirir destreza en el uso del pincel con esmalte.
 
Para pintar el camafeo de la fotografía, realicé la siguiente secuencia de operaciones:
 
1. Pinté el fondo con un esmalte blanco importado dándole 3 capas, esto es importante ya que luego hay que hornear varias veces y el esmalte de la base debe aguantar todo el proceso. Desde luego que cociné el esmalte tres veces (una vez por cada capa).

2. Delineé el camafeo con los colores básicos del sombrero, cara, cabello y vestido, para ello utilicé un pincel muy fino de cerda de camello.

3. Procedí a cocinar el esmalte:


En esto hay que ser muy cuidadoso con la temperatura, apenas se pone naranja hay que retirar el soplete pues si llegamos al rojo el esmalte comienza a ponerse muy líquido y se difunde dentro de los otros colores, no debemos olvidar que aquí no hay nada que limite el corrimiento, como es el caso de las otras técnicas como cloissoné, champlevé, etc.

4. Luego de enfriar la pieza, agregué las sombras del cabello y de la cara y volví a cocinar.

5. De la misma manera agregué la sombra de azul oscuro del ala del sombrero y del vestido y volví a cocinar

6. Luego repitiendo la operación agregué los aros, el collar y el adorno del sobrero

7. Finalmente agregué la sombra gris en el medallón, y las luces del vestido

Como vemos es un trabajo de paciencia, no se puede hacer en una sola horneada, y requiere mucho cuidado por parte del artista, no es mi intención con esto de desanimar al lector, todo lo contrario, confieso que mi primer camafeo fue un desastre por no saber controlar la temperatura, pero me permitió aprender y adquirir experiencia para las siguientes pruebas.
Estimado lector Nada se logra sin esfuerzo así que adelante!!!